Una Vida con Alma
Creando Una Vida con Alma con la Astrología
De la misma forma que la célula en el cuerpo humano está inscrita en el medio en el que habita y su funcionamiento y actuación se ve condicionada por este medio, la persona se inscribe en su “mundo” personal, en su consciente e inconsciente personal.
Este insconciente personal está configurado influenciado por toda la Constelación Familiar, el Árbol Genealógico que marca ineludiblemente la expresión del Ser. Por experiencia propia todos tenemos consciencia de cuán importante la familia en la que hemos nacido es en nosotros y cuánto las situaciones familiares han condicionado y marcado esa expresión del Ser que somos.
Al mismo tiempo, esta constelación se configura influenciada por una sociedad en la que habita, en un insconciente colectivo que es expresión de la humanidad. Esta familia, este marco en el que hemos nacido está impreganda del momento vital que la sociedad vive, del momento evolutivo global que hace que el haber nacido en un época u otra marque diferencias abismales en cómo toda una familia se configura.
Y la humanidad, los Seres que habitamos la Tierra, recopilación de todo este insconsciente está ubicada en un marco cósmico, en una configuración de planetas, nuestra Galaxia que influyen en ella. Como matriuskas que se contienen unas a otras, así nosotros estamos inscritos en este marco macrocósmico. Y al igual que las fases de la Luna se reflejan en las mareas de nuestros mares y océanos, esas mismas fases también influyen en nuestras mareas personales.
Hace ya un tiempo que tomamos consciencia de cómo estamos inscritos en un marco astrológico que de alguna forma incide en nosotros. La primera persona que nos leyó nuestra carta astral nos dijo que ésta era como los planos del arquitecto, que hablan de aquellas configuraciones que, como Almas, teníamos para nuestro camino, una valiosa herramienta de conocimiento y de lenguaje con el Cosmos.
La astrología nos ofrece una llave para entender mejor los cambios que estamos atravesando, nos da pistas para una mayor comprensión de este proceso.
Es una herramienta que nos brinda una brújula, una guía para estar más en contacto con nosotros mism@s. Es fundamental que sea una guía pero que no se convierta en algo determinista. Nosotr@s tenemos libre albedrío y somos los creadores de nuestr@ destino.
Conocer las olas de energía y los ciclos planetarios, nos ayuda a conocer de nuestros propios ciclos internos, nos facilita la introspección para así navegar los caminos de la vida con mayor fluidez y facilidad, pero sobre todo con más paz. Por eso, es fundamental generar la escucha, la auto-escucha, reconocer en dónde me encuentro y a partir de allí que las estrellas puedan guiarme.
La Luna
La Luna es el cuerpo celeste que orbita alrededor de la Tierra, un satélite natural que gira sobre su propio eje.
Al mismo tiempo la Tierra gira alrededor del Sol.
Por ello la luz que incide sobre la cara visible (desde la Tierra) de la Luna no siempre es la misma. La Luna proyecta luz de forma gradual, reflejo del Sol sobre ella resplandeciendo sobre la Tierra. De esta forma, las fases de la luna son las diferentes iluminaciones por las que pasa el satélite terrestre al dar una vuelta completa alrededor de la Tierra.
El ciclo completo, denominado lunación, se extiende a lo largo de 29,53 días, durante el cual la Luna pasa el novilunio (Luna nueva); su porción iluminada visible vuelve a aumentar gradualmente durante la fase de cuarto creciente; dos semanas después, tiene lugar el plenilunio (Luna llena); y durante de las dos semanas siguientes, en cuarto menguante, vuelve a disminuir para comenzar una nueva lunación.
Cuando vemos completamente iluminada la cara visible de la Luna la llamamos Luna Llena, cuando no la vemos, la llamamos Luna Nueva. En el recorrido entre la Luna Nueva y la Luna llena se encuentra la fase de Luna Creciente, mientras que el recorrido entre la Luna Llena y la Luna Nueva es la Luna Menguante. El momento medio exacto en este recorrido se conoce como Cuarto Creciente y Cuarto Menguante, respectivamente.
Las diferentes fases de la Luna nos conectan a nivel personal con diferentes momentos vitales. La Luna Nueva habla de tomar consciencia, desde el interior de dejarme sentir QUÉ es lo que realmente quiero, que es LO ESENCIAL para mí y en dónde quiero poner mi energía.
La fase Creciente conecta con la energía de caminar hacia lo que quiero, de movilizar mi energía para caminar aquello que he tomado consciencia en la Luna Nueva.
El momento en el que la cara visible de la Luna se muestra con la mayor iluminación del Sol, la Luna Llena, es el momento de Brillar en mi esplendor, de concretar en plenitud en aquello que Soy y en lo que manifiesto y expreso en mi día a día.
Mientras que el Cuarto Menguante me permite tomar consciencia de dejar lo que no se alinea con Mi Verdad y dejo ir lo que no quiero.
Así, la cara de la Luna iluminada en cada momento por el astro Sol, hablará de la cara personal donde se estará enfocando la Luz.
El proceso de las Lunas nos hablan de ciclos, al ver nuestros ciclos y nuestros procesos vamos a descubrir la gran autoridad a escuchar, LA NUESTRA. Conectar con ellos nos hace tomar consciencia que ser uno mismo es parte indispensable del viaje.
Luna Nueva
La Luna Nueva o también conocida como Luna Negra o Luna Oscura es una fase lunar que sucede cuando la Luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta. La luz del Sol incide en la cara oculta de la luna, en la cara más interior y su luz reflejada en la luna no es visible.
Aquella parte de nosotros que está teniendo el foco de atención es el que no se ve, nuestro espacio interior. Por ello, el lado oscuro de la luna, con sus misteriosas fuerzas invisibles, ofrece un ambiente acogedor, donde nuestros anhelos más profundos pueden echar raíces si los sabemos escuchar, si les damos el espacio y nos abrimos a acompañarlos a Ser. Nos abrimos a que estas manifestaciones milagrosas conectadas con nuestros deseos más profundos empiecen a brotar y lleguen a las estrellas como la luna continúa su ciclo.
Se crea de esta forma un tiempo para que podamos poner nuestro foco de atención, poner Luz en el interior, reflexionar sobre nuestras decisiones, en nuestras experiencias, y rejuvenecer a nosotros mismos para que podamos empezar todo de nuevo.
La Luna Nueva es símbolo de la segunda oportunidad que se nos da una y otra vez. Si todo salió mal en el momento de la Luna Llena, la Luna Nueva es una oportunidad, nos permite tomar consciencia y prepararnos para iniciaciones que arrancan con el primer instante de Luna Creciente. Nos regala una pizarra limpia para volver a darle espacio a aquello que se alinea con la Verdad de nuestro Ser y que sentimos y decidimos que queremos y crear nuestra Vida.
Esta es la razón por la que la Luna Nueva es el momento perfecto para ir hacia el interior, meditar, revisar, organizar, darnos cuenta de aquellas decisiones o actuaciones que no se alinean con LO ESENCIAL, NUESTRA VERDAD y nos permite organizar y planificar nuestros pasos.
Los momentos de Luna Nueva hablan de plantar aquello que yo quiero que florezca en mi Vida y marcan nuevos comienzos, evidenciando los ciclos y mostrando que TODO pasa y que SIEMPRE tenemos oportunidades para recomenzar. Así pues, la Luna Nueva es momento para plantar la semilla de nuestras intenciones y permitirnos manifestar. Habla de un final y de un inicio, de una muerte como transformación a algo que nace a la Luz.
Por ello en este tiempo mientras la Luna se mantiene iluminada en su lado oculto y el reflejo de la luz del Sol no se ve desde la Tierra, las estrellas son las únicas que se ven en el firmamento presentando iluminación, a modo de recuerdo para que pongamos atención y traigamos a nosotros que Somos algo más grande, para tomar consciencia de ello y acompañar los pasos que se alineen con la Verdad del Ser que Somos.
Carta Astral
“Los marineros han utilizado desde siempre la posición de las estrellas para guiarse, nosotr@s también podemos utilizarlas para guiar nuestros pasos ”.
Una carta astral es un mapa del cielo con la posición de los planetas en el momento exacto en que naciste. Esa configuración planetaria brinda información sobre tu personalidad, potencialidades y talentos.
Los seres humanos somos un micro universo dentro del gran universo, formamos parte de un todo. Cada uno de los planetas del Sistema Solar resuena con una parte interna nuestra.
La astrología nos sumerge en nuestras profundidades, en esos lugares íntimos a los que usualmente no tenemos acceso.
Somos la expresión de la energía planetaria del momento en que nacimos, cada uno de los astros tiene información sobre nuestros comportamientos, deseos, creencias, bloqueos, patrones, contradicciones y talentos.
Además, esos planetas internos danzan con los planetas que se mueven en el cielo y al observar esta danza, podemos profundizar y entender nuestros ciclos internos y vitales. Lo que es afuera es adentro, lo que es arriba es abajo.
Una lectura de carta astral puede ayudarte:
A conocerte.
A reconectar contigo.
Tener mayor claridad para tomar decisiones coherentes si estás en un momento de crisis vital o profesional porque contarás con más información sobre ti.
Reafirmar o descubrir talentos para ir con más seguridad tras tu propósito y las metas y retos que te planteas.
Reconocer el momento vital en el que te encuentras para comprender cuáles son las lecciones o aprendizajes con los que estás lidiando.
Descubrir que la felicidad y la paz interior parten de la aceptación de reconocerte tal y como eres en este preciso instante.
A conocer cómo son tus mecanismos de funcionamiento interno: cómo amas, cómo entiendes el placer, cómo te relacionas en pareja, cuáles son tus heridas, cuál es tu potencial, etc.
A tomar decisiones más conscientes.
Conocernos más a fondo definitivamente nos devuelve el poder y nos ayuda a caminar con más paz, serenidad y amor hacia nosotr@s mism@s."
Si te interesa mas acerca de tu carta astral, visita la pagina web de Catalina.
Momentos Astrológicos
El momento astrológico es una lectura de un momento puntual en el tiempo en el que la configuración de los astros hablan de las energías que nos están acompañando.
Es MUY IMPORTANTE recordar que cada persona es un universo en sí mismo. Cada persona tiene una carta astral específica y estos tránsitos serán más o menos intensos dependiendo de la posición de los planetas en su carta. Por lo tanto, los momentos astrológicos NO los sentimos tod@s igual. Conocer nuestra carta es una gran herramienta por eso, porque podemos descubrir el diálogo que tiene el cielo con nuestro ser en cada momento específico.
Nuestro agradecimiento a Catalina Calvo (@catalunah) por compartir su sabiduría y estos espacios para expandir la Luz con nosotros.
Luna llena de Escorpio 7 de Mayo
La Superluna de las Flores
Catalina Calvo @catalunah nos comparte la comprensión de este momento astrológico y elaboraremos con Leonor una fórmula alquímica para materializar creada desde la meditación. Prepara para ello una botella de vidrio con agua mineral y ponla a la luz de la luna llena.
Luna Llena en Aries
01 de Octubre 2020
No es culpa de la Luna lo que nos pasa. No estamos así por la Luna, estamos así CON la Luna. La Luna nos muestra el fin de un ciclo y responde a la Luna Nueva en Aries del 23 de marzo. Se da conjunta a Quirón. Y te llega la noticia: ‘Sí. Tengo derecho a existir. Tengo derecho a ser ‘YO’.
Solsticio invierno y conjunción Júpiter y Saturno en Acuario
Nos encontramos ante un momento vital y astrológico importante, se nos abre una Gran Puerta a un Gran Cambio, a un salto. Siento que todos aquellos que consciente o inconscientemente hemos estado caminando, lo hemos estado haciendo para ESTE MOMENTO.
Solsticio de Junio, Luna Llena en Capricornio y Eclipse 5 de Julio 2020
El 2020 es uno que se nos presenta con muchos retos y con un fuerte llamado a la transformación profunda. A romper con las bases que nos hemos construido, porque quizás fueron construidas desde un lugar poco honesto con nuestra....
Luna Llena en Tauro
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Soltar resistencias a dejar lo conocido ya que no me permite transformarme. Tauro es un signo fijo de Tierra, estable y materialista. Nos habla de nuestras posesiones, dinero, nuestro cuerpo. También de nuestros valores espirituales, nuestra autoestima, los talentos que tenemos para ofrecer y de aquello que nos protege y brinda seguridad.