Una Vida con Alma
Embarazo con Alma
Vínculo
Desde el momento que un Ser elige nuestro vientre, se traza un vínculo sagrado de Amor. Más allá de que sea consciente o no para nosotr@s, más allá de lo que ocurra en adelante, existe un vínculo de Almas que nos une.
Nuestros caminos quedan entrelazados para siempre.
Nosotr@s lo hemos elegido como hij@, él/ella nos ha elegido como padres. Como Almas, hemos elegido caminar junt@s.
Algo cambia ineludiblemente en nosotr@s aunque a veces sea de forma imperceptible. Se nos abre una puerta a explorar una nueva dimensión de nosotr@s que, muchas veces, no podíamos ni imaginar.
Una Vida se gesta en nuestro interior. Un Ser Vivo late en nuestro vientre y nos recuerda la conexión con La Vida. Nos abre la puerta a tomar consciencia de la Verdadera Dimensión de la Vida.
Para. Respira. Siente...¿Recuerdas escuchar el primer latido, sentir el primer movimiento?
Se materializó esa conexión y todo un torrente de sensaciones y emociones pueden abrirse. Muchas veces esa intensidad, desborda, asusta. Otras, nuestro Ser se descubre sintiendo emociones insospechadas hasta entonces. A veces, nos quedamos paralizadas, sin saber qué sentimos...
Pero nuestro corazón sabe.
Sabe en lo más profundo que estamos en contacto con La Vida y el Ser que nos acompaña nos toca el corazón
para Siempre
Dolor en el embarazo
El embarazo muchas veces puede ser una propuesta a abrir una puerta, a conectar con La Vida.
Ese Sentir La Vida pulsando en nuestro interior puede llevar a flote y "subir el volumen" de aquello que teníamos "colocado" en algún rincón. Nos lleva a conectar con una parte de nosotras que pide ser llevada a la Luz y eso a veces, lo grita nuestro cuerpo.
He acompañado a muchas mujeres que daban por "normal" tener algún dolor en el transcurso del embarazo. Se asume que el estar embarazada implica dolor en el cuerpo e incomodidad "normal en el embarazo". Y eso no es así.
En realidad, lo único que hace nuestro cuerpo y el Ser que llevamos dentro, es ponernos en contacto con bloqueos emocionales y físicos que YA estaban allí. Ese dolor que puede llegarnos en forma de ciática, dolor inguinal, dolor lumbar,... no "nace" en el embarazo. Su origen es anterior a ese momento. A nivel físico/estructural puede verse reflejado en un ovario que, hablando de la mujer que Soy, no está "pulsando libre en Vida", se retrae, se bloquea y a nivel físico "tira" de los anclajes que lo sostienen a la estructura de la cadera. Ese bloqueo antiguo puede estar acallado debajo siendo compensado por otras estructuras de nuestro cuerpo. Mas cuando nuestro cuerpo y nuestra Alma empiezan a transformarse en el proceso del embarazo, ese sentir del Alma, esas memorias emocionales se movilizan y estos anclajes del cuerpo físico se tensan y llevan "a superficie" el bloqueo.
Es entonces cuando una Puerta puede ser abierta.
En el proceso del embarazo la percepción de la mujer, la consciencia y conexión con la Vida pueden estar a flor de piel, de eso hablan nuestras hormonas. Muchas mujeres comparten la experiencia tan transformadora que ha supuesto para ellas el embarazo, llevándolas a conectar con una parte de ellas mismas que no eran conscientes.
Al mismo tiempo, el Ser que vibra en nuestro vientre nos mantiene en contacto directo con esa pulsación e impulso de Vida, nos conecta con una Verdad, con eso en nuestro interior acallado que pide ser liberado y que, para ello, se nos muestra.
Es una oportunidad única.
Acompañar ese dolor del cuerpo, abre la puerta a un dolor del Alma. Al conectar con ese dolor que se expresa en nuestro cuerpo físico permite abrir un espacio de crecimiento interior. Nos pone en contacto con heridas profundas que yacían en nuestro interior y que estaban soterradas. Tomar consciencia de ellas y confrontar esas heridas también nos prepara a la Madre que estamos gestando, más conectada con ella misma y consciente, imprescindible en la labor de acompañamiento del Ser que llevamos en nuestro vientre.
En cuanto al cuerpo físico, al acompañarlo no sólo nos permite la posibilidad de liberar el dolor y liberar todo el cuerpo de la mujer en todo el transcurso del embarazo. Al dejar ir todas las trabas físicas que pueden influir en el proceso de parto y expulsivo correspondientes a la madre, nos permite también liberar la estructura del canal del parto. De esta forma este acompañamiento abre la puerta a que, en la parte que corresponde a la madre, éste se convierta en "una autopista" para el proceso del parto.
Hace poco acompañé a una mujer embarazada de 34 semanas.
Cuando vino me explicó desesperada que tenía muchísimo dolor en toda la zona lumbar, no podía girarse en la cama, ni levantarse ni casi caminar. Le habían dicho que no podía hacer nada más para ese dolor que descansar y se encontraba que teniendo dos hijos más le era muy complicado.
Estaba desolada viendo, además, que no podía vivir conscientemente ni disfrutar su embarazo y menos aún, sentirse capaz de confrontar el parto. Sentía miedo que ese momento llegara.
Me puse a la escucha. Mis manos sintieron y comenzaron a acompañar su ovario izquierdo que bloqueaba toda la cadera. Conecté con el sentir profundo en su cuerpo. Sentía el dolor del momento que estaba viviendo y del dolor que yacía en lo profundo de su Ser y cómo todo ello se reflejaba en su cuerpo. Mientras iba acompañando su cuerpo físico, fuimos hablando de lo que sentía en ella y lo que hablaba su Alma y fue reconociéndose en lo que le compartía.
Lo que expresaba su ovario se había hecho patente en los últimas semanas y se sentía al límite.
Después de 45minutos de sesión estaba más tranquila. La tensión física se había liberado y ella se calmó. El pulso de vida de su cuerpo había recuperado un espacio de paz.
Después de darse un tiempo y respirar, se levantó "encogida", activándose la memoria de días anteriores cada vez que se movía. Sorprendida vio que aunque removida se levantaba sin el espasmo que era habitual y que podía caminar sin dolor.
Nos encontramos varias veces más en el transcurso de sus últimas semanas de embarazo acompañando todo su proceso. Durante todo el camino que trazamos juntas fue cambiando toda su sensación. Se sentía más ligera y que podía vivir el embarazo ilusionada, consciente del proceso y sintiéndose capaz de confrontar el parto.
Y tú, ¿viviste dolor en tu embarazo?
¿Te abrió una Puerta?
Si hemos caminado juntas, ¿querrías compartir aquí tu experiencia para aportar Luz a otras mujeres...y a hombres que acompañan a sus mujeres?
Gracias.
El Amor es la gasolina del Alma
Esa podría ser fácilmente la frase que resume ser madres/padres...
Las vivencias que rodean a todo el camino que requiere ser madres/padres pueden ser a veces paseos por llanuras y otras muchas, intentos de sobrevivir en medio de la selva, a la cual no somos conscientes cómo hemos acabado llegando.
Muchas veces incluso antes de materializarse la concepción, los padres inician un camino de Amor, coraje, fuerza de voluntad, valentía, paciencia hasta llegar culminar la concepción. Algunas parejas tienen que pasar por meses de "búsqueda", de métodos, de cálculos, de miedos, dudas, inseguridades y cuestionamientos empujados por el deseo de ser madres/padres...mientras que otras que se encuentran, sin contar con ello, en el camino de la maternidad/paternidad, planteándose, revisando y abriendo el corazón para acoger una nueva vida.
La biología, una vez se ha iniciado este camino a "Ser madres/padres", abre otro nuevo Universo: el proceso de embarazo. Esta etapa, suele asociarse "conceptualmente" a un estado de plenitud y felicidad en el que los padres, pletóricos de la alegría caminan ilusionados hacia el momento de parto. Es un tiempo para estar felices, plenos, llenos de felicidad y de ilusión. Es el espacio de "buena esperanza".
Pero la vida a veces nos trae situaciones que no están en nuestra hoja de ruta y podemos transitar embarazos difíciles, con dolores, molestias, riesgos para el bebé, removimiento hormonal,...que puede tirar por tierra nuestra bucólica idea del embazo.
Situaciones que más allá de acompañarnos a conectar con un momento de expansión y plenitud, nos remueven los cimientos internos y nos muestran un lado del camino de la maternidad/paternidad que desconocíamos y pueden a veces, llevarnos a planteamientos internos y cuestionamientos de la "alegría" de este proceso.
El tránsito del parto, con todas las situaciones no contempladas, agravios, dolor, disgustos, quiebre interno,...el postparto abriéndonos a un mar de emociones para las que se supone que tenemos los recursos internos y que nuestro instinto "sabrá", las dudas, el cambio en la relación con la pareja, en mi lugar con la familia y amigos,...
La crianza y los cuestionamientos de qué es el mayor bien, las vivencias imprevistas y ante las que nos sentimos sobrepasad@s e impotentes, los llantos internos y externos,...los movimientos que todo ellos conlleva...los posicionamientos ante nuestro entorno honrando lo que sentimos que cuidará a nuestr@s hij@s...
Todo, absolutamente TODO ello tiene sentido a los ojos del Amor.
Cuando sentimos como madres el pálpito de nuestr@s hij@ en nuestro vientre, cuando como padres ponemos la mano y sentimos como el Ser en el vientre de la madre nos responde con un movimiento, cuando escuchamos los latidos del corazón, cuando por primera vez tenemos a nuestr@ hij@ en nuestros brazos y se duerme confiad@ en ellos y nos inunda de una paz y un Amor infinitos, cuando después de noches sin dormir, se lanzan a nuestros brazos con toda la ternura y un beso del Alma, cuando en momentos complicados se acercan y nos sanan con un Te Quiero,...
Es el Amor, el motor de La Vida, la Fuerza más grande que hay.
Es el Amor el que a pesar de todos los tránsitos nos permite, de nuevo, cada día volver a levantar la mirada y Creer porque nuestr@s hij@s nos recuerdan esa pureza del Alma, esos que nosotr@s fuimos un día y esos que en algún lugar de nuestro Ser aún Somos.
Puedes encontrar información de nuestros Talleres de Embarazo, Parto y PostParto y con Alma y Ritual de Cierre en
Te acompaño individualmente a una Maternidad con Alma, en el tránsito de tu cuerpo y de tu Ser. Desde el momento que comienzas a gestarlo en tu corazón, en el embarazo y post parto a tí y al Ser que llevas en tu vientre y en los procesos de pérdidas.
Escríbeme a unavidaconalma@gmail.com