Una Vida con Alma
Cuidando el Alma infantil
Acompañando a nuestr@s hij@s
A pesar de tener 30,40, 50, 60 o 70 años nuestr@s niñ@s siguen viv@s en nuestro interior.
Todas nuestras vivencias están grabadas en nuestro Ser. El Alma y el cuerpo guardan todas las experiencias, impactos, sensaciones y emociones vividas, más allá que nuestra mente nos lo muestre y seamos conscientes o no.
La llegada de un Ser abre la puerta a toda una experiencia de Vida, la experiencia de un Ser energético en un cuerpo físico. Al nacer traemos información “incorporada” como Seres y nuestro árbol genealógico deja una impronta también en nosotr@s, antes de “empezar la partida”. Pero desde el momento en que un Ser se engendra, arranca un registro de experiencias que se graba en lo más profundo de nuestra Alma y nuestro cuerpo. Recogemos toda la información de nuestro entorno en el vientre de la madre, de nuestro propio proceso de parto. Nuestros primeros años de vida, en los que aún nuestra percepción se mantiene abierta y la conexión con el Ser Energético que Somos es más “cercana”, configuran toda nuestra experiencia para el resto de nuestro tránsito y también todas las experiencias intensas marcarán una huella que se dejará sentir el resto de nuestra vida.
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Pero debajo de todo ello, Siempre sigue estando el Ser, el Alma que camina.
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Como padres/madres siento que, en realidad, somos como un centro de acogida que acepta y elige acompañar un Ser, un Alma para una experiencia aquí en la Tierra, y eso es lo que no tenemos que perder nunca de vista. Nuestr@s hij@s son Seres, que son niños, sí pero son Almas, Almas sabias que no nos pertenecen, que están tratando en mayor o menor medida “llevar” esta experiencia en la Tierra. Y es el cuidado de esa Alma la que es la prioridad y el compromiso que realmente hemos aceptado.
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Date un espacio, sólo un minuto, cierra los ojos y deja que venga a tí una sensación agradable de cuando eras pequeñ@, cualquiera, no importa, sin querer nada, sin juzgar...
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¿qué era lo realmente importante de esa experiencia que se quedó grabada?...siente el hecho en sí, la “cosa física” ¿es eso lo que realmente se quedó grabado en tu ser?...
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siéntete por dentro, ¿qué fue lo que realmente ha hecho que viniera a tí esa experiencia y te removieras al recordarlo? Si miras en lo profundo ¿qué fue lo que te llenó el Alma y se quedó grabado en tu Ser?…
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Más allá de haber recibido un regalo, de haber ido al parque de atracciones, del paseo físico en el bosque cogiendo flores, lo que ha grabado el Alma, lo que te ha llamado para ser lo que has recordado, no es en verdad el hecho físico, es la grabación en el corazón… Recuerda...Recuerda a es@ niñ@. Mírate en tus hij@s. Somos lo mismo. Esa grabación en el corazón es lo realmente importante y lo que SI está en nuestra mano. Estar con la consciencia del Ser que estamos acompañando (y que nos está acompañando!!), no dejar de ver nunca su Alma, de cuidar su corazón, por debajo del niñ@ que está “llevando como puede” toda esta experiencia en la Tierra.
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Pero para eso, tenemos que se conscientes de nosotr@s y recordarnos en lo profundo como niñ@s y no olvidar que un día, también nosotr@s lo fuimos y, en realidad, lo seguimos siendo. Esa conexión con el Alma tan fresca en la infancia, está aún viva, Aquí y Ahora, si estamos dispuest@ a escuchar.
Ell@s en realidad son una oportunidad para mantener esa conexión con La Vida.
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Y entonces ¿qué necesitas estas Navidades? ¿Un collar, un ordenador nuevo, tener la casa bonita y lista, un viaje, un coche, generar más ingresos, comprar regalos para todos…? ¿o el corazón lleno y vernos desde ahí y luego todo lo demás?
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